Por quinto año consecutivo, los vecinos de Curamávida junto al alcalde Ángel Castro celebraron la “Cruz de Mayo” con cánticos, baile y comidas típicas.
[UN POCO DE HISTORIA]
En Chile esta fiesta se vincula con el mundo rural y es una costumbre que se extiende desde la Colonia Española.
Especialmente en la zona rural se celebra de la siguiente forma: El grupo (ataviado de forma campesina) va cantando la melodía: “Aquí va la cruz de mayo, visitando a sus devotos con un cabito de vela y un cantarito de mosto” y alguien sostiene la cruz de madera -con espacios para las velas y demás decoraciones- y las personas van cantando casa por casa, parecido a los villancicos navideños.
La celebración rural de la Cruz de Mayo es ligada a la patrimonio cultural chileno del canto a lo divino.
Es tradición que los habitantes de la casa colaboren con algún dinero o alimento que será distribuido entre los pobres.
Además la comunidad ayuda a la familia en la preparación de los alimentos para todos quienes hayan asistido al evento. Esto debido a que la festividad comienza al atardecer y se prolonga durante toda la noche, sólo se detiene en una oportunidad y es cuando se invita a todos los cantores y asistentes a compartir una comida para retomar las fuerzas y continuar adorando a la Santa Cruz.
Al finalizar la vigilia se solicitan diversos aportes de caridad a los “visitados” por la santa cruz, los que se destinan a los más necesitados de la comunidad.